La Espada de Damocles La leyenda de la espada de Damocles tiene su origen en Roma, unos cuatro siglos antes de nuestra era. Pese a su antigüedad, se trata de una historia que sigue presente en el lenguaje cotidiano. El creador de la leyenda de la espada de Damocles parece haber sido el historiador Timeo de Tauromenio. Sin embargo, fue el famoso filósofo Cicerón quien la convirtió en una narración célebre, la cual se cita hasta el día de hoy. Aunque la leyenda de la espada de Damocles involucra algunos personajes reales, se considera que es fruto de la imaginación y que su objetivo es principalmente de carácter moral. Cicerón la incluyó en su obra Disputaciones Tusculanas y a partir de entonces se hizo famosa en todo Occidente. Marco Tulio Cicerón fue uno de los grandes políticos y pensadores romanos. Fue un gran defensor de la República y siempre deploró la dictadura de Dionisio I, o Dionisio El viejo, a quien se recuerda como “el tirano de Siracusa” (Sicilia). La leyenda de la espada de Damocles es también una alusión al dictador. Cabe mencionar que fue amigo y compañero de estudios de Julio César y un crítico honesto y feroz, le costó la vida a Cicerón. Dionisio I llegó al poder gracias a la conspiración. Tenía un gran poder de persuasión, lo que sin duda allanó su camino hacia el poder. Entonces, no era costumbre que los mandatarios contaran con una escolta. Puesto que quería tener guerreros bajo su mando directo, inventó una conspiración en su contra y el pueblo aprobó que 600 hombres lo cuidaran. Atesoró un espíritu de conquistador, lo que le permitió extender sus dominios. Se caracterizó por ejercer un gran control sobre el pueblo, siendo implacable con sus enemigos. También fue muy dado a los placeres de los sentidos. Bebida, comida y mujeres en exceso eran su día a día. Su hijo, llamado Dionisio, también tuvo esta inclinación. Dionisio I tuvo un gran poder, pero no fue feliz. Vivió cercado por el miedo a que sus enemigos le tendieran una trampa para matarlo. Se dice que dormía en una cama rodeada por un foso para no ser sorprendido. Solo confiaba en sus hijas para afeitarse la barba y recibir alimento. La leyenda de la espada de Damocles. Se cuenta que había un cortesano llamado Damocles que adulaba constantemente al tirano. Difundía que era un hombre grandioso y exaltaba su estilo de vida. Aseguraba que los excesos en la comida y la bebida eran naturales a la grandeza del gobernante. Muchos pensaban que Damocles en realidad sentía envidia del tirano. Una vez se encontraron y el cortesano llenó de halagos al gobernante. Harto de sus zalamerías, Dionisio le propuso que cambiaran de lugar por un día, para que experimentara en carne propia el peso del poder y del exceso. Damocles aceptó encantado y al día siguiente estuvo muy temprano en la casa de gobierno para tomar el lugar del tirano. Se sentó en el trono y desde entonces fue servido por una multitud de criados que complacían hasta el más pequeño de sus caprichos. De repente, Damocles miró hacia arriba y vio que justo sobre su cabeza había una espada afilada, la cual solo era sostenida por una crin de caballo. Era obvio que, si ese delgado hilo se rompía, también rodaría su cabeza. Al darse cuenta, ya no disfrutó de las comidas, las bebidas y las mujeres. Poco después pidió terminar el experimento. Un repaso a la historia: Cicerón, quien hizo la versión más famosa de la leyenda de la espada de Damocles, pertenecía a la escuela filosófica de los estoicos. Estos propugnaban por una vida sin excesos, ya que estos a la larga solo generarían sufrimiento. Se piensa entonces que este pensador quiso, principalmente, mostrar la otra cara del lujo y el boato. Otros opinan que la leyenda de la espada de Damocles era una crítica directa al dictador, remarcando su punto débil: el miedo a ser traicionado por quienes tenía cerca y más daño podían hacerle. La historia muestra que el poder, en sí mismo, entraña unos riesgos que hacen imposible disfrutar de las banalidades. “Quien es temido por muchos, a muchos debe temer”. También se dice que lo de Cicerón es una alegoría aplicable a cualquier ser humano. La espada de Damocles representa la muerte, que siempre está acechando y de la cual nadie escapa. En esa medida, todos estamos amenazados de muerte y basta un minuto para que el hilo se rompa y “ruede nuestra cabeza”. Hoy en día la expresión “espada de Damocles” se emplea para designar situaciones en las que un error puede tener consecuencias muy serias. Por ejemplo, John Kennedy dijo en uno de sus discursos que toda la humanidad está amenazada por la misma espada de Damocles: la guerra nuclear. Comunicar es compartir ¡¡¡Comparte!!! Ya tú sabes