La Santa Inquisición

El 4 de noviembre se 1571 se establece el Santo Oficio en México.
El término inquisición (del latín inquisitio, "averiguación", "investigación"), en sentido amplio, es un tribunal religioso que averigua y castiga los delitos contra la fe. El juez que preside un tribunal inquisitorial recibe el nombre de inquisidor.
La Inquisición medieval se fundó en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para combatir la herejía de los cátaros o albigenses. En ese año el papa Lucio III promulgó la decretal Ad abolendam en la que ordenó que se establecieran tribunales episcopales en toda la Cristiandad Latina que se ocuparan de la herejía. En 1249 se implantó también en el reino de Aragón, siendo la primera Inquisición estatal; y en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, se extendió a esta con el nombre de Inquisición española (1478-1834), bajo auspicio de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a los territorios conquistados en lo que se denominaría América: la Inquisición portuguesa (1536-1821) y la Inquisición romana (1542-1965).
Las herejías, que fueron reprimidas con mucha fuerza en los países nórdicos, gozaron en cambio de cierta tolerancia en los países meridionales, aunque fueron aprobadas algunas sentencias de muerte contra los herejes más significativos. Esta tolerancia permitió que algunas de tales herejías se propagaran con suma rapidez, como la de los neomaniqueos, que se inició en Tolosa, en la Provenza francesa.
Finalmente, las denominaciones cristianas, clasificadas como heréticas, fueron los principales objetivos de la represión inquisitorial, siendo estos: los amalricenses, los hermanos apostólicos, las beguinas y begardes, los hermanos y hermanas del Libre Espíritu, los flagelantes, los fraticelles, los husitas, los joaquinitas, los cátaros (albigenses), los lolardos, los valdenses, los protestantes (luteranos, calvinistas, anabaptistas, anglicanos),los gnósticos, entre otros. También se incluyeron los falsos conversos judaizantes/marranos y mahometizantes (debido a una conducta religiosa dual: públicamente se manifestaban como católicos, que solo era de nombre, porque de hecho practicaban otra religión abrahámica), junto a conversos que cayeran en sincretismo religioso con el paganismo (sobre todo el hinduismo), además de místicos cristianos que pudieran caer en tendencias esotéricas, haciéndoles caer en la apostasía o incluso abrazar el satanismo.
Los judíos, los musulmanes y los paganos (personas que no era cristianas ni de ninguna de las otras grandes religiones monoteístas) estaban excluidos de la Inquisición, en tanto que su jurisdicción del Santo Oficio era con católicos bautizados, no con los infieles, cuyas consciencias debían respetarse por estar fuera de su jurisdicción. Esto se debía a que la iglesia enseñaba que estaba prohibido que las monarquías cristianas impongan a sus súbditos la "profesión de catolicidad", puesto que era una invasión del ámbito de conciencia del súbdito a-católico, el cual debía abrazar la fe de manera voluntaria en su consciencia para tener una conversión sincera; si no, sería un crimen a los derechos naturales de la persona humana, además de hacer peligrar la salvación de sus almas de los infieles, en tanto podrían sentir una injusta aversión por el evangelio.
La Inquisición real se implantó en la Corona de Castilla en 1478 por la bula del papa Sixto IV Exigit sincerae devotionis con la finalidad de combatir las prácticas judaizantes de los judeoconversos de Sevilla, uno de cuyos condenados se llamaba: 'Yusif Franco', caso del que más tarde vieron irregularidades procesales. A diferencia de la Inquisición medieval, la impulsó directamente la monarquía, es decir, los Reyes Católicos. Tras una nueva bula emitida en 1483, la Inquisición se extendió a los reinos de la Corona de Aragón, incluyendo Sicilia y Cerdeña, y a los territorios de América (hubo tribunales de la Inquisición en México, Lima y Cartagena de Indias), y se nombró Inquisidor General a Tomás de Torquemada, de familia de conversos, el confesor de Isabel, Espina, había sido rabino. La Inquisición se convirtió en la única institución común a todos los españoles, con excepción de la propia Corona, a quien servía como instrumento del poder real: era un organismo policial interestatal, capaz de actuar a ambos lados de las fronteras entre las coronas de Castilla y Aragón, mientras que los agentes ordinarios de la Corona no podían rebasar los límites jurisdiccionales de sus respectivos reinos.
La historia de la Santa Inquisición en México se inició desde los primeros momentos en que los españoles pisaron el continente americano.
Tras la conquista, se instauró el Tribunal del Santo Oficio, un 4 de noviembre de 157;1que dependía directamente del Consejo de la Suprema Inquisición, encabezado por el inquisidor general de la Monarquía Hispánica. La autoridad superior del tribunal en México era el Inquisidor (o Inquisidores, ya que el puesto normalmente lo ocupaban varias personas). Los empleados de más alto rango eran el fiscal, a cuyo cargo estaba el promover los procesos, y el Secretario del secreto, que tenía fe pública y autorizaba las actas, diligencias, despachos, edictos, etc. Los inquisidores contaban con un cuerpo de personas doctas y de alta posición social y oficial llamados "consultores del Santo Oficio", que integraban una especie de consejo. El tribunal contaba, además, con el auxilio de un cuerpo de peritos en asuntos teológicos y religiosos, llamados calificadores del Santo Oficio, cuya misión era ilustrar la opinión de los inquisidores en casos debatibles y de difícil resolución. También existía un cuerpo policiaco, que eran quienes resguardaban las cárceles y el Tribunal del Santo Oficio.

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