GOBERNACIÓN La Secretaría de Gobernación es la parte del Gobierno Federal que tiene la obligación de atender la política interior del País. En esta administración, el Presidente de la República ha asumido el control de esta política de manera personal. De esta Secretaría han salido varios Presidentes en el Siglo XX. El Presidente decidió remover a la Secretario de Gobernación Olga Sánchez Cordero y nombrar a un incondicional; el Gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández. Mientras los parlamentarios en la Comisión Permanente cabildean un periodo de sesiones extraordinario para ver la revocación de mandato, que no acaba de terminar el reglamento, lo que constituyó un fracaso que mostró limitaciones políticas de la Secretario de Gobernación, en parte, resultado de la mala relación que tenía con los gobernadores. El 25 por la mañana, el Presidente y el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, hablaron sobre el futuro, que empezó el 26 de agosto, cuando se da el cambio y se le redirecciona a la presidencia de la Mesa Directiva de esa Cámara, el segundo órgano más importante en ésta. El primero es la presidencia de la Comisión Permanente. Desde junio se venía manejando que Sánchez Cordero había presentado su cuarta renuncia, a lo que ella salió al paso desmintiendo lo que habían publicado dos columnistas con acceso a información de Palacio Nacional. Todavía no estaba listo López Obrador para el cambio, hasta este miércoles, cuando fue citada por el Presidente a Palacio Nacional, de donde salió, hacia su despacho en Gobernación no se sabe si liberada o molesta. Un cambio de esta naturaleza en gobiernos funcionales, es un golpe de timón porque las cosas no están funcionando. En una presidencia como la de López Obrador, esa lógica no opera. Parte de la política interna la ha manejado desde un principio Julio Scherer, consejero jurídico de la Presidencia, y los asuntos de seguridad y migración con Estados Unidos se los quitaron para hacer responsable al canciller Marcelo Ebrard. La pelea con Ebrard la perdió hace tiempo, y los conflictos que tuvo recientemente con Scherer no lo mermaron a él, quien sigue teniendo una relación muy estrecha con el Presidente. Durante todos estos tres años, Sánchez Cordero fue considerada un florero por la prensa política, pero le era útil al Presidente en ese papel, sobre todo porque cuidaba la relación con Carlos Slim. Tampoco le funcionó como barrera con los gobernadores. ¿Quién substituiría a Olga Sánchez? Pues el Presidente encontró fácilmente a ese funcionario entre uno de los suyos, muy cercano, que lo ha acompañado políticamente desde sus tiempos como líder del PRD en Tabasco, Adán Augusto López Hernández, el gobernador de Tabasco al cual hace unos días el Presidente hizo grandes elogios. Sólo algunos en el círculo íntimo entendieron el mensaje. El equipo cercano de Sánchez Cordero no. Hay varias lecturas, si va Sánchez a la Presidencia del Senado para negociar con una oposición con la que no se ha confrontado; Ricardo Monreal se afirma en la coordinación de la bancada de Morena y se entiende, a limado asperezas con el Presidente. Adán Augusto López llegó al medio día a Palacio Nacional como gobernador y salió como secretario de Gobernación, con lo que el Presidente, una vez más, recurrió a sus más cercanos y leales. Adán López pertenecía a una de las dos corrientes del PRD en Tabasco cuando López Obrador era el líder. Una de las corrientes la encabezaban Octavio Romero Oropeza, actual director de Pemex, y Alberto Pérez Mendoza, amigo desde la juventud del Presidente, su verdadero brazo derecho, y la que Fernando Mayans, a la que pertenecían Adán López y su hermana Rosalinda, esposa del actual gobernador de Chiapas y que es la administradora general de Auditoría Fiscal del SAT. Mayans tuvo un breve paso por la administración federal y cuando López asumió la gubernatura de Tabasco en enero de 2019, se integró al Seguro Social local. La llegada de López al gabinete es la segunda de ese nivel que va a uno de quienes han estado al lado de Obrador desde hace más de tres décadas. El secretario de Bienestar Social, Javier May, que pertenecía a la corriente de Romero Oropeza, es el otro. Se refuerza el equipo en vista de la sucesión con Sheinbaum, Ebrard y ¿Monreal? A la vista. Se mueve en el escenario un fuerte grupo de apoyo que viene del sureste; parece una estrategia parecido a un cambio a segunda para acelerar o corregir, ¿las dos cosas?. Comunicar es compartir ¡¡¡Comparte!!! Ya tú sabes