COSACOS (parte 1)

COSACOS (parte 1)

Cosaco se refiere a grupos de formaciones sociales y militares, inicialmente de origen eslavo, los cuales se establecieron de forma permanente en las estepas de lo que es actualmente el sur de Rusia y Ucrania, que brindaban servicios militares a los gobernantes vecinos de Rostov del Don, Kubán, el Cáucaso y Ucrania, aproximadamente en el siglo X. Los cosacos fueron conocidos por su destreza militar y la confianza que tenían en sí mismos. El nombre deriva de la lenguas eslavas Kasak «nómada», «hombre libre». Este término se menciona por primera vez en un documento ruteno que data de 1395.

Hacia 1914 existían 11 comunidades administrativas cosacas, la mayoría de ellas (con excepción de los cosacos del Don y de Kubán) ubicadas en distintas zonas fronterizas del Imperio ruso (con Turquía o China, por ejemplo). Esta asociación entre los cosacos y la dinastía de los Romanov significó la caída en desgracia de los primeros después de la Revolución rusa y durante la Guerra Civil Rusa, ya que los bolcheviques no aceptaban el estatuto especial que habían tenido los cosacos en el Imperio ruso. Todos los cosacos juraban a la bandera del Imperio de Rusia y lealtad absoluta al zar. Puesto que después de las revueltas de 1917, el mismo zar Nicolás se negó a la corona y al trono de la monarquía y el Imperio mismo empezó a desmoronarse, los cosacos ya no sentían obligados a seguir los intereses internos de los rusos. Los numerosos partidos políticos de la época se esforzaban por llegar al poder y dominar lo que quedaba del Imperio.

Tras la Revolución de Febrero, se celebró en la ciudad de Petrogrado el primer Congreso Nacional Cosaco el 4 de abril de 1917, en el que se reunieron representantes de las once comunidades cosacas de Rusia y uno de los primeros decretos emitidos por este fue la expulsión de sus regimientos de todos los militares que no fueran de origen cosaco.

Considerando todo lo anterior y bajo la dirección de Piotr Krasnov, atamán cosaco del Don, la comunidad cosaca intentó nuevamente crear una república cosaca independiente - la unión de cosacos del Don y de Kubán. El 17 de mayo de 1918 se proclamó la República Cosaca, con estatutos, constitución, parlamento y sistema político administrativo de Estado federal. El atamán Piotr N. Krasnov fue elegido primer presidente de la República Cosaca (1918-1919). La república incluía 10 provincias con la capital en la ciudad de Novocherkassk. La bandera oficial estaba compuesta por tres colores, representando simbólicamente las tres naciones principales de esta República Cosaca: cosacos – azul; tártaros y kalmykos - amarillo; rusos - rojo.

Finalmente la república fue abolida (1921), ya que los mandos rusos del Ejército Blanco, compuesto principalmente por mencheviques y por monárquicos rusos, se opusieron al movimiento independista cosaco. Durante la Guerra Civil Rusa las relaciones entre los «voluntarios» rusos (del Ejército Blanco Voluntario monárquico) y los cosacos fueron difíciles.7 Las disensiones entre los «mencheviques» monárquicos rusos y los cosacos nacionalistas (siendo estos últimos partidarios de la monarquía de los Románov) perjudicaron las relaciones. Por otro lado, los cosacos también fueron combatidos por los «bolcheviques» y el Ejército Rojo, puesto que tradicionalmente habían sido aliados de las fuerzas represivas del Imperio.

Además, los mismos cosacos no estaban unidos entre sí, y tenían visiones diversas respecto a su identidad nacional, sus tradiciones y cultura. Durante la guerra civil existieron facciones cosacas combatiendo en bandos contrarios, incluso cambiando periódicamente de un bando al otro.

Al establecerse el Estado soviético, se promovieron la tradición y cultura del pueblo cosaco. Sin embargo, posteriormente hubo cosacos combatiendo en ambos lados del conflicto germanosoviético - como integrantes de las tropas alemanas y de la Unión Soviética. Algunos emigrantes cosacos decidieron rebelarse contra Stalin tratando de obtener una independencia cosaca definitiva. Por su parte, los alemanes e italianos incluso les prometieron crear un Estado Cosaco en Carnia, en el norte de Italia, a salvo de la persecución estalinista. Los cosacos que combatieron dentro del Ejército Rojo, ante todo priorizaban la integridad de la Unión Soviética, como la «heredera» natural del Imperio ruso.

Terminada la guerra, y cumpliendo con los términos acordados anteriormente en la Conferencia de Yalta, Gran Bretaña y Estados Unidos resolvieron lavarse las manos dejando que Stalin tratara a los cosacos del modo que le pareciera más conveniente, deportando a todo cosaco que encontraran en Europa, de regreso a la Unión Soviética. En el grupo, había además aproximadamente 50 000 cosacos, incluyendo mujeres, ancianos y niños del extinto Imperio ruso que nunca fueron ciudadanos de la Unión Soviética. De hecho, muchos nacieron en la década de 1920-1930, posterior a la Guerra Civil, ya emigrados en Serbia o la Europa Occidental. Todos fueron reunidos en Austria y repatriados forzosamente en la Operación Keelhaul. La mayoría fue dirigida a la zona soviética en Alemania. Muchos de los refugiados cosacos, tanto militares como civiles, fueron ejecutados sumariamente (como venganza por ser viejos enemigos de la Guerra Civil Rusa, y por su posterior colaboración con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial), en ocasiones fusilados a la vista de los británicos. Otros fueron enviados a Siberia o Asia Central y condenados a trabajos forzados en campos de concentración soviéticos .

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