Inversión Directa

Inversión Directa
La intención de invertir en cualquier país no está escrita en piedra. Del plato a la boca, se cae la sopa. Según el dicho popular, en medio de un anuncio de inversión y cuando éste se materialice, puede pasar cualquier cosa.

Prueba de ello, por citar un ejemplo, es la planta de Tesla en Nuevo León, donde a pesar de que el anunció se celebró hasta el cansancio mediático, ha habido momentos de tensión. Basta recordar los comentarios de Elon Musk que han cimbrado la viabilidad del proyecto.

Detrás de un anuncio de inversión por lo general existe un trabajo de estudio completo que implica análisis de prefactibilidad en todos los sentidos: financiero, operativo, laboral, político, logístico, etcétera.

En este contexto, los 206 anuncios de inversión (más de 17 por mes) por casi 53 mil millones de dólares que identificó la consultora Integralia durante 2023 relacionados con la relocalización de inversiones (nearshoring), al momento son promesas, sí, pero que ya descontaron diferentes aspectos de la situación en México: elecciones presidenciales, término del ciclo alcista de las tasas de interés, costos logísticos, de seguridad, etcétera. Por lo tanto, el riesgo de que no se concreten es bajo.

Muchas de esas inversiones son reinversiones de empresas que ya están en México, que actualizan inventarios de equipos o ampliaciones.

Para los inversionistas -gran parte de ellos procedentes de mercados asiáticos-, cualquier situación es tolerable con tal de mudar sus plantas de producción al país, que además de estar a un lado del mercado más grande del mundo: Estados Unidos, es el que tiene la red de tratados y acuerdos comerciales de mayor tamaño en el mundo.

Dentro de sus evaluaciones han considerado también los proyectos de infraestructura logística que abanderan a esta administración, como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con el que México va a desahogar buena parte de la carga en el Canal de Panamá. Si se logra hacer operar de manera eficiente.

Por lo tanto, será a partir de este año cuando el nearshoring se comience a reflejar en los datos de Inversión Extranjera Directa (IED), principalmente en el segmento de nuevas inversiones, que al cierre de 2023 regresó a niveles de 2012 con poco más de 4 mil 800 millones de dólares.

Siguen siendo, la seguridad, y las garantías jurídicas los principales detractores; y no obstante una ampliación de la disposición de parques industriales, la falta de energía eléctrica y de vías terrestres de comunicación son limitantes de corto plazo.

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