El Banco Mundial (BM) es el primer organismo multilateral que expone una radiografía económica del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo por los resultados que presenta los primeros cuatro años de gobierno –en los que hubo un retroceso económico de -0.9%–, sino porque proyecta una modesta recuperación para 2023 y 2024. Según los datos y proyecciones del informe “Perspectivas Económicas Globales del BM”, divulgado este mes, el presidente que como candidato prometió un crecimiento económico anual de 4% en promedio se quedará muy lejos de esa meta, ya que durante su gobierno el país crecerá menos de medio punto cada año, apenas 0.38%. En promedio. De esta manera, el sexenio de López Obrador será el de más bajo desempeño económico desde hace 36 años, cuando en medio de la crisis de la deuda el gobierno de Miguel de la Madrid (1983-1988) dejó un crecimiento del PIB de sólo 0.33% anual promedio. Cabe mencionar que en aquellos tiempos el Gobierno de López Portillo cometió errores financieros muy grandes. En retrospective el Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz fue un gobierno disciplinado en las cuentas, heredadas por Adolfo López Mateos, que impulso la urbanidad y la insersión de México en el plano internacional logrando las olimpiadas del 68 y el mundial del 70. Díaz Ordaz en su profundo temor al comunismo y a ver malogradas las Olimpiadas pues acomete con represion Bárbara al movimiento del 68, es otro capítulo. El caso es que deja buenas cuentas y una deuda pública manejable; su sucesor Luis Echeverría, un politico de artes oscuras, también represor y promotor de invasiones y desatinos politicos en aras de un nacionalismo gobiernista; ejemplo del actual gobierno, centralista y nacionalista de derecha, ven proliferar los movimientos guerrilleros reprimidos con absoluta ausencia de respeto a los derechos humanos; y por ahí la delincuencia. López portillo hereda ese bagaje, el centralismo administrativo y un Sistema autoritario autoalimentado por la represion de la oposición a la que tienen que dejar pasar creando los diputados de partido, primera version de los actuales plurinominales; pero este regimen tiene una gran ventaja, el precio del petróleo se va a las nubes por encima de los 100 USD BdP; esto llena las arcas del país y como cosa Buena se construyen los complejos petroquímicos más grandes de latinoamérica, como cosa mala, enmedio de una corrupción sin precedentes, quizá se estén alcanzando esos niveles ahora (no porque no hubiera) que también el precio del petroleo se ha visto favorecido por la Guerra principalmente; no obstante Pemex está quebrado, sus deudas son superiors a sus activos. López Portillo deja la mayor deuda jamás vista por contratar financiamientos de corto plazo a tasas altas con garantía en el petróleo que al llegar el embargo de la OPEP se desploma espectacularmente, dejando a México con deudas impagables con petroleo y claro, una economía petrolizada. Es Miguel de la Madrid quién reestructura las deudas, convirtiendo la deuda exterior, la mayor parte en deuda interior (tasas en pesos), sufre la primera gran devaluación, pero logra estabilizar al país deteniendo en gran parte una inflación que había empezado con Echeverria y que en momentos de Lopez Portillo llegó a más de 100 puntos. Y es cierto el país creció muy poco, pero se detuvo una caída libre. En este sexenio, la economía mexicana será, además, la de peor comportamiento en América Latina. No existe en el informe del BM –en el que no figura Venezuela “por fata de datos confiables”– ningún otro país latinoamericano con un crecimiento tan bajo en el periodo como el de México. El presidente suele culpar a la pandemia del covid-19 de los pobres resultados económicos, pero el hecho es que todas las naciones de América Latina, al igual que el mundo, padecieron esa calamidad, y aun así todas ellas crecieron más que México y, a diferencia de este país, ya lograron recuperar el PIB prepandemia.
De acuerdo con los datos y proyecciones del BM, entre 2019 y 2024 la economía de Brasil crecerá, en puntos porcentuales, 3.8 veces más que la mexicana; la argentina, 3.3 veces más, y la de Guatemala ocho veces más.
Hasta el PIB de Nicaragua, país sometido a sanciones por la represión y las medidas dictatoriales de Daniel Ortega, acumulará un crecimiento de 13.4% en el periodo 2019-2024, cinco veces más que el de México, que no ha logrado recuperar el nivel económico prepandemia. Para el economista Héctor Nájera Catalán dos factores ayudan a explicar el rezago económico de México este sexenio: la caída de la inversión pública y privada y la decisión de López Obrador de no implementar durante la pandemia políticas de estímulo fiscal de mayor impacto. Señala que la diferencia entre México y el resto de América Latina es que mientras los gobiernos de la región destinaron sumas masivas de dinero para reactivar la economía en 2020, el año más álgido de la crisis provocada por el covid-19, el de López Obrador optó por una política de contención del gasto público, en lo que fue una apuesta muy neoliberal. Invirtiendo solamente en los mega proyectos y sin invertir en infraestructura. Según datos del Fondo Monetario Internacional, México fue el país latinoamericano que menos recursos destinó –apenas el equivalente a 0.7% del PIB– a medidas de estímulo fiscal orientadas a reactivar la economía y apoyar a las familias y a las empresas durante la pandemia.
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