Lázaro Cárdena del Río (3)



Lázaro Cárdena del Río (3)
El párrafo IV del artículo 27 de la nueva Constitución declaró los depósitos petroleros propiedad de la Nación. Al iniciarse los años treinta, México era ya un productor marginal, situación que cambió, con los descubrimientos de Poza Rica en 1930. La compañía inglesa El Águila y el gobierno mexicano llegaron a un entendimiento sobre la explotación de Poza Rica, aceptaba pagar regalías del 15% y el 35% del valor de la producción.
El choque definitivo del gobierno y las empresas petroleras se originó por un enfrentamiento de las empresas y sus obreros, los trabajadores petroleros se encontraban entre los mejor pagados del país, que aun así era poco. Sin embargo, no había llegado a formar un sindicato único que estableciera las condiciones de trabajo para toda la industria, crearon el STPRM, y se afilió a la CTM. Las empresas rechazaron el monto del aumento pedido.
El 1° de marzo de 1938 la Suprema Corte dictaminó un laudo mediante el cual las compañías perdían el juicio laboral que habían emprendido en las instancias inferiores del sistema judicial y debían otorgar un aumento de 26 millones. Las empresas se negaron. Cárdenas hizo saber al país la decisión de su gobierno de cortar por lo sano y expropiar a las empresas petroleras, el 18 de marzo de 1938.
El gobierno norteamericano y británico, contribuyeron a bloquear la expropiación. Pese a que México finalmente fue capaz de reiniciar los campos petroleros y refinerías, la producción no alcanzó los niveles anteriores a la expropiación hasta la segunda guerra mundial, durante la cual asesores técnicos fueron enviados por los Estados Unidos como parte de su política de esfuerzo de guerra aliado. Cárdenas abandonó la presidencia y no llegó a un arreglo definitivo con la mayor parte de las empresas expropiadas.
Cárdenas del Río aprovecha la debilidad de las economías estadounidense y británica durante la década de los treinta (ambas estaban sumidas en los efectos de la crisis de 1929), y los barruntos de guerra en Europa. Cárdenas decretó la expropiación el 18 de marzo de 1938, y se creó Petróleos Mexicanos (Pemex).
Sin embargo, con el estallido de la segunda guerra mundial, el petróleo se convirtió en un codiciado producto. México comenzó a exportar petróleo a la Alemania Nazi y la Italia fascista. El Presidente Roosevelt y los aliados priorizan la alianza estratégica con México.
Más importante, sin embargo, que el acto expropiatorio mismo, fue el amplio consenso nacional que Cárdenas fue capaz de crear con esa decisión. No solo se sumaron los sectores del entonces Partido de la Revolución Mexicana, sino que de manera virtualmente unánime otros muchos sectores de la opinión pública mexicana, la Iglesia católica entre ellos, se sumaron de manera entusiasta a la decisión del entonces presidente, quien construyó de esa manera una amplia base de apoyo social que perduraría muchos años después de que su presidencia terminara.
Durante los movimientos obrero de 1959 y estudiantil de 1968, el "Tata Lázaro" (como era conocido entonces), fue estrictamente vigilado por el Gobierno y la CIA para prevención de apoyo y simpatías por los movimientos izquierdistas que se oponían al tan autoritario y represivo gobierno.
Al terminar su período de gobierno, durante los años de la Segunda Guerra Mundial, ocupó el cargo de Secretario de la Defensa. El general Cárdenas murió en la Ciudad de México el 19 de octubre de 1970.
En su honor, un gran número de ciudades y pueblos de México, como Lázaro Cárdenas (Michoacán), pequeñas comunidades y muchas calles llevan su nombre, como el Eje Central Lázaro Cárdenas en Ciudad de México donde hay una escultura de 10 m en su honor del artista Humberto Peraza, también en Morelia existe un obelisco conocido como el Monumento a Lázaro Cárdenas, y avenidas en Guadalajara, Monterrey y Mexicali. La avenida más extensa de la ciudad de Xalapa, Veracruz lleva su nombre. De igual manera, un campus del Instituto Politécnico Nacional, conocido también como Casco de Santo Tomás, lleva su nombre. En Cuba, una avenida y un parque de La Habana han sido nombrados en su honor.
En Chile, en la ciudad de Chillán existe un auditorio con su epónimo, en recuerdo de la solidaridad de su gobierno luego del terremoto de 1939 que asoló a dicha ciudad. Belgrado, Serbia, está el Šetalište Lazaro Kardenasa (Paseo Lázaro Cárdenas). En España, tiene calles y monumentos dedicados a su memoria en Barcelona, La Coruña, Córdoba y Madrid, en reconocimiento por su trabajo al acoger refugiados del bando republicano en México tras la Guerra Civil Española. También fue galardonado con el Premio Stalin de la Paz en 1955. Asimismo en Praga, República Checa, existe un parque que lleva su nombre, en honor su amistad con el presidente T.G. Masaryk, a cuya memoria existe una avenida en la ciudad de México con su nombre: avenida Presidente Masaryk, en Polanco, CDMX.
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