La fundación de Córdoba tuvo lugar en 1618, los ataques y asaltos que los negros cimarrones, encabezados por Gaspar Yanga, realizaban en el camino real Veracruz-Orizaba-México, obligaron a los españoles a fundar una población en el sitio de predominio de los esclavos fugados, a fin de proteger a los súbditos fieles y a los intereses reales.

Cuatro vecinos de Santiago Huatusco: Don Juan Cristóbal de Miranda, Don García de Arévalo, Don Andrés Núñez de Illescas y Don Diego Rodríguez, solicitaron al Marqués de Guadalcázar, Diego Fernández de Córdoba, Virrey de la Colonia y a quien debe su nombre la ciudad, la fundación de Córdoba, autorizada por el rey de España Fernando III, el 29 de noviembre de 1617. El establecimiento de la población se realizó en las Lomas de Huilango por 30 jefes de familia, de ahí la histórica denominación de "La Ciudad de los 30 Caballeros".

Era requisito para fundar una villa que fueran cuando menos 30 Hidalgos, los fundadores por lo que ese fue el número para que el Virrey Diego Fernández De Córdoba expidiera la cédula real.

Otorgada la cédula real de fundación, como Villa, que daba la calidad de población de Españoles, no como Cotaxtla, San Juan de la Punta que eran pueblos de indios, los “treinta caballeros” (denominación de caballero a quién poseía caballos) el 26 de abril iniciaron deslindes a partir del río San Antonio, el 27 de abril fueron a misa en Amatlán de los Reyes y posteriormente se dirigieron al salón capitular del mismo pueblo, se reunieron para elegir cabildo y después trasladarse en caravana a la zona de las “Lomas de Huilango” donde establecieron la Villa de Córdoba.

Su desarrollo como zona comercial le fue creando cierta importancia: tanto la ubicación geográfica y su cercanía con el puerto de Veracruz así como los constantes intercambios con los alrededores se la fueron formando. Durante el Porfiriato, y como consecuencia del auge del comercio del café a finales del siglo XIX, Córdoba adquirió mayor importancia económica y esto se vio reflejado en el paso del primer ferrocarril de la República que enlazaba directamente al puerto de Veracruz con la Ciudad de México. Antes de este suceso su participación activa en varias guerras y luchas internas, entre ellas la de Independencia le dio un realce que desembocó en su participación en la firma de los Tratados de Córdoba, en la Guerra de Intervención Estadounidense, la Revolución. La Batalla de Córdoba (1821), que, se reitera, fue la última batalla por la Independencia y gestada un 21 de mayo del año mencionado hace que cada año, en esa misma fecha, actualmente sea celebrada como día festivo local.

Durante la guerra de Independencia en 1821; los cordobeses hicieron resistencia a las fuerzas realistas del coronel Francisco Hevia, en defensa del Plan de Iguala y del Ejército Trigarante, el 21 de mayo; lo destacable es que fueron sus habitantes quienes tomaron las armas para defender la Villa. El 24 de agosto de 1821, se reunieron en la población cordobesa: Agustín de Iturbide, Jefe del Ejército Trigarante y Juan O'Donojú, último virrey de la Nueva España, para firmar Los Tratados de Córdoba, mediante los cuales se daba fin a la guerra de Independencia. Por esta razón se le llama Córdoba, Cuna de la Libertad de México.

La Ciudad de Córdoba, título otorgado a partir del 29 de noviembre de 1930, ha visto un desarrollo muy importante; la industria azucarera, el café y el comercio dieron mucho auge hasta los años setentas. Después de esto los grandes capitales de Córdoba han buscado otros espacios como Puebla, Boca del Río; dejando a Córdoba en un estancamiento económico por falta de inversión. El sector productivo local se ha cerrado a la inversión externa de la que es susceptible el municipio.

Córdoba aún disfruta de tierras cultivables y de una posición geoeconómica muy importante al tener comunicación directa a la capital del Estado Xalapa, Al Puerto de Veracruz que en su zona metropolitana significa un mercado de cerca de un millón de persona y además es el puerto de altura más importante del país con salida al Atlántico en 100 kilómetros por tres vías terrestres y ferrocarril; a un mercado de más de dos millones de personas en el valle de Puebla a 200 kilómetros por dos vías y a 300 kilómetros el mercado más grande del país que es la Ciudad de México y su zona conurbada con más de 20 millones de habitantes, por dos vías y ferrocarril.

Se a detenido su desarrollo industrial por falta de visión, intención e inversión, lo mismo de empresarios que de los gobiernos municipales y del Estado. Córdoba y su región conurbada tiene todos los requisitos para ser un gran centro industrial. Es un centro comercial consolidado, tenemos mano de obra que exportamos a los centros industrializados; universidades y escuelas técnicas en la región. Córdoba merece un presente mejor y una vida social de calidad; tenemos los cordobeses para seguir dando la batalla.

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