De Maíz Esta semana pasada se cumplió el plazo de 75 días del proceso de consultas en el mecanismo de solución de controversias en el T-MEC, que Estados Unidos y Canadá iniciaron contra México por presuntas violaciones al Tratado en el sector de biotecnología. Por segunda ocasión México debía dar respuesta a los señalamientos de medidas restrictivas al comercio, pero no se hizo. Al Gobierno Mexicano siempre se le cuestionó la falta de evidencia científica, que respalde la prohibición del uso de maíz genéticamente modificado en alimentos destinado para humanos y animals. La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), a principios de marzo solicitó a la Secretaría de Economía el inicio de consultas para discutir el decreto del 13 de febrero sobre glifosato y maíz transgénico. En este decreto presidencial se prohíbe el uso de maíz biotecnológico en tortillas y masa, además se instruye a las agencias gubernamentales mexicanas a eliminar gradualmente el uso de este tipo de maíz en productos destinados tanto al consume humano como al animal. En junio, EU y Canadá decidieron iniciar consultas de solución de controversias sobre la prohibición de México. A falta de acuerdo, la USTR, solicitó el panel contra México tras reclamar que mantiene una postura ideológica y no lleva un proceso basado en la ciencia y las reglas del T-MEC. En este panel México tiene que demostrar que la regulación nacional relacionada con el maíz biotecnológico está de acuerdo con los compromisos adquiridos en el Tratado. Por su parte el Consejo Nacional Agropecuario declaró que el panel es un tema técnico y científico, no de política comercial, que debe resolverse dentro del mecanismo de controversias del T-MEC. La Secretaría de Economía respaldada por Semarnat, Conahcyt y Cofepris, deberán demostrar científicamente y de manera inequívoca los alegatos del supuesto daño que los transgénicos causan a la salud. Sin evidencia técno-científica que justifique el decreto de febrero y la prohibición del maíz biotecnológico, México corre el riesgo de perder el panel de solución de controversias con EU. Como consecuencias se puede comprometer el superávit comercial en el sector agroalimentario que el año pasado superó los 15 000 millones de dólares, por las restricciones que le impondrían a sus exportaciones hacia EU y, posiblemente Canadá. No se puede pensar de diferente manera, cuando se han agotado las instancias conciliatorias, que esta situación obedece a una estrategia planeada por el gobierno y que dará mejores resultados para México además de prever en términos de salud, porque sabido es que no somos autosuficientes en producción de Maíz, y las cantidades importadas son muy considerables. Quizá entre los profesionales del ramo todo sea más claro, pero públicamente no se nos informa ampliamente el porqué de las políticas agropecuarias, pocas por cierto o insuficientes. Se dice coloquialmente que la modificación genética del grano de maíz que lo hace más resistente o que se reproduce más fácilmente y en abundancia, es dañina al organismo humano y animal. ¿Exactamente que daño hace? ¿Tenemos ejemplos?; hay que hacerlo público. Comunicar es compartir ¡¡¡Comparte!!! Ya tú sabes