MIGRACIÓN



MIGRACIÓN La migración centroamericana hacia México co¬menzó a hacerse presente con mayor fuerza en la década de 1980, cuando se dio acogida a per¬sonas desplazadas y solicitantes de protección humanitaria que huían de los conflictos arma¬dos en esa región. Sin embargo, fue a partir de la década de 1990 que México comenzó a confi¬gurarse como un territorio de tránsito regular e irregular para personas migrantes provenientes, principalmente, de Guatemala, Honduras y El Salvador que buscaban ingresar a Estados Uni-dos. Al menos desde 2010, 9 de cada 10 personas migrantes en tránsito irregular han sido nacio¬nales de alguno de esos países. En la mayoría de los casos, se trata de población sin documentos migratorios, lo cual la expone a diversos riesgos, aumenta sus vulnerabilidades y obstaculiza el ejercicio de sus derechos. Aun en contextos de migración en grupo, como los que se dan en las caravanas migrantes –que ofrecen cierto res¬guardo–, muchos de los sujetos buscan pasar inadvertidos para evitar algún encuentro con las autoridades migratorias.
Esta pretendida invisibilidad o, bien, su agru¬pamiento complica su contabilidad; no obstante, se estima que el volumen de personas migran¬tes centroamericanas de paso hacia eua ha ido en aumento desde 2011 hasta registrar en 2014 la histórica cifra de 394.2 mil eventos, cifra supe¬rior a los 388.7 mil eventos registrados en 2005, mientras que el promedio anual de este flujo para el periodo 2014-2017 fue de 335 000 eventos (upm, 2018a).
En el marco de esta migración de tránsito, al menos desde 2014 se ha observado una partici¬pación a la alza de niñas, niños y adolescentes (nna) acompañados y no acompañados –a partir de la contabilidad de quienes fueron presentados ante la autoridad migratoria mexicana–, al pasar de 11.2% en 2013 a 19.3% en 2017, porcentaje su¬perior al registrado en 2014 (18.2%). En cuanto a la participación específica de niñas y adolescen¬tes mujeres se observa una tendencia similar: en 2011 representaron 27.6% del flujo, mientras que en 2017 su participación aumentó en casi 10 puntos porcentuales (35.5%). Además, cabe resaltar que, en el periodo 2014-2017, del total de nna migrantes irregulares en tránsito, poco más de 4 de cada 10 fueron no acompañados. Este es un tema preocupante que demanda ac-ciones para garantizar la protección de este grupo que, por su condición etaria, está más expuesto a enfrentar situaciones de vulnerabilidad.
En 2017, en Estados Unidos fueron detenidos 41 546 menores migrantes no acompañados y 41 223 acompañados, mientras que para ese mismo año, en México, se detuvo a 7 430 y 10 870, respectiva¬mente. La mayoría de las niñas, niños y adolescentes provinieron de Guatemala, El Salvador y Honduras.
De 2014 a 2017, se observó una tendencia decreciente en las detenciones de menores no acompañados y unidades familiares origina¬rias de México. En 2017, Guatemala tuvo el mayor número de nna no acompañados (14 827) y de unidades familiares (24 657) aprehendidos en Estados Unidos, seguido por El Salvador (9 143 y 24 122, respectivamente). En 2014, Hondu-ras fue el país con más detenciones en ambos grupos.
Por último, un aspecto a destacar es la necesidad de contar con información que permita identificar a grupos poblacionales que, por sus caracterís¬ticas, se encuentran expuestos a situaciones de mayor vulnerabilidad, como las mujeres emba¬razadas e indígenas, las personas adultas mayores y con discapacidad, así como el colectivo lgbti. Con respecto a este último grupo poblacional, es importante considerar lo complejo que resulta obtener información sobre orientaciones sexua¬les, lo que hace más difícil su identificación. Para esta tarea es indispensable contar con datos a partir de los cuales se pueda caracterizar a los distintos grupos poblacionales referidos, ta¬rea que debe estar a cargo del Instituto Nacional de Migración, como instancia que genera la in¬formación y la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, como insti¬tución responsable de producir la estadística migratoria y la investigación en la materia.
Es de concluir que esta información oficial dista mucho de la realidad; recientemente datos de la prensa dicen que diariamente llegan a la frontera sur 6000 personas con la intención de internarse en México para pasar a EUA. Las bandas de “polleros” ahora son internacionales y se multiplican los intentos de cruce fronterizo. Si bien la migración es históricamente común por diferentes causas; salta a la vista la ausencia de políticas para tratar con un fenómeno que se sale de las manos y que tarde o temprano, creara una crisis humanitaria que ya da muestras de existir. Lo más terrible es que la mayoría de los agentes de migración mexicanos extorsionan a los migrantes, agravan el problema.
La gran mayoría de los inmigrantes sin papeles que cruzan por México proceden de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Cuba, Ecuador, Colombia, Brasil, Venezuela, Perú, Haití, Bulgaria, Rumanía, Corea del Sur, China, India, Filipinas, Vietnam, Indonesia, Palestina e Irak, no se tiene registro oficial de ingreso al país, no forman parte de las estadísticas debido a su ilegalidad y una permanencia temporal indefinida dentro del territorio nacional a diferencia de los inmigrantes estadounidenses y europeos que si legalizan con regularidad su estancia en suelo mexicano. A través de Instituto Nacional de Migración se estima que 450,000 indocumentados ingresan a México anualmente.
En EUA estan muy preocupados por la seguridad nacional al haber la posibilidad de infiltraciones terroristas. Obviamente es material politico y se acentúa conforme se acerca el período electoral de ese país.

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