José Vasconcelos su obra



José Vasconcelos su obra
José Vasconcelos Calderón; nació en la ciudad de Oaxaca, el 27 de febrero de 1882, y falleció en la Ciudad de México, el 30 de junio de 1959. Político, pensador y escritor mexicano. Fue el fundador del Ministerio de Educación en México, desde el cual desarrolló una fecunda y extraordinaria labor, lo que le mereció el sobrenombre de El maestro de la juventud de América.
Su abundante obra literaria ha sido clasificada en cinco apartados fundamentales. En filosofía, influido sin duda por los escritos de Schopenhauer, al que tenía en gran estima, se convirtió en el adalid de la lucha contra el positivismo y el utilitarismo, que tan gran predicamento habían alcanzado en América por aquel entonces.
En el ámbito filosófico, pueden mencionarse libros como Pitágoras, una teoría del ritmo (1916), dedicado a la escuela de Pitágoras, y El monismo estético (1918) o Lógica Orgánica (1945), que organizan un sistema fundamentado en el juicio estético, donde la belleza se convierte en una forma superior de la realidad y el método sintético de la música pone de relieve lo universal concreto; el mismo Vasconcelos afirmó que su doctrina filosófica era "un monismo basado en la estética".
Para Vasconcelos. El verdadero conocimiento se obtendría mediante una síntesis que coordinara elementos y modos de aprehensión emocionales, intelectivos y místicos. Cualquier distinción entre objeto y sujeto es sólo fenoménica. La verdad se alcanzaría en el juicio estético, por la vía de la belleza y de la armonía.
En segundo lugar, en las obras de sociología y pedagogía, como La raza cósmica (1925) y Bolivarismo y Monroísmo (1934), pone de relieve una concepción antropológica e histórica que postula la formación en Latinoamérica de una raza futura, que acabará imponiendo la forma superior de vida nacida e influida por su temperamento estético, contraponiéndola a la de la América anglosajona. La raza cósmica, ensayo sobre la identidad americana, incluye controvertidas ideas sobre la superioridad racial.
Un tercer y fructífero campo es el del ensayo y su dilatada labor como periodista: Gabino Barreda y las ideas contemporáneas (1910) o Prometeo vencedor (1920). En este apartado puede incluirse una abundantísima obra periodística, que abarca e incide en todas las vertientes de la actualidad y la cultura. Otra faceta destacada de su actividad intelectual tuvo como escenario los trabajos históricos, como su Breve historia de México (1937) o Hernán Cortés, creador de la nacionalidad (1941). Dedicó volúmenes biográficos a Simón Bolívar y Evaristo Madero.
Es en sus memorias donde se encuentra un mayor vigor literario. En éstas se involucran experiencias personales, acuciosas reflexiones conceptuales y la conciencia de haber vivido en una etapa histórica que incluyó la caída de un añejo régimen, la lucha armada de la fuerzas revolucionarias, la consolidación de las instituciones nacionales y la decepción provocada por los sucesivos gobiernos. El ciclo se inicia con Ulises criollo (1935), prosigue con La tormenta (1936), avanza con El desastre (1938) y culmina con El proconsulado (1939): los cuatro tomos se consideran un modelo del género. El postrer volumen de su obra autobiográfica, titulado La flama, apareció póstumamente (1959). Vasconcelos podría ser considerado un gran historiador si hubiera sido capaz de desprenderse de su pasión incontenible en algún momento.
Autor de una reducida producción dramática. Quizás la más interesante de ellas sea Los robachicos (1946), trabajos como La sonata mágica (1933) y El viento de Bagdad (1945). En su ideario político, inspirado en un regeneracionismo romántico antiimperialista, la Revolución sólo cabe como (en palabras de Joaquín Cárdenas Noriega) "hombría de bien y progreso, justicia social y dignidad humana, libre de personalismos y de charlatanería demagógica." Por ello desconfía tanto de las clases bajas como de las altas y considera que sólo la dirección política de las clases medias puede dar continuidad y estabilizar el proceso revolucionario.
Desventurado el pueblo en que la clase nuestra no domina, no impone la orientación y el sistema. Destruir la clase cultivada, echándole encima al indio que por sí solo no logrará sino acomodarse a ser paria en la Texas grande que será todo México, he allí uno de los propósitos del Plan Pocho Imperialista, y lo han estado cumpliendo metódicamente."
"Proclamar la verdad a la faz de los que apoyan su dominación en la mentira, es función del profeta, más aún que la del héroe. ¡Malhaya el que busca complacer al malvado en vez de denunciarlo! ¡Dichoso quien ve hundirse su barca en mares de traición y de cobardía, y no desiste de condenar la injusticia, el error, el engaño! ... Lanzada a la brega, la verdad no puede ser serena, debe ser agitada como la tempestad y luminosa como el relámpago, firme como el rayo que derriba las torres de la soberbia del mundo."
El ilustre pensador mexicano puso de relieve las alternativas que, a su entender, puede plantearse el continente en su ensayo ¿Qué es el comunismo? (1937), donde acaba, sin embargo, confesando públicamente su fe católica aun sin renunciar a sus primeras influencias intelectuales y sin que le escandalicen, en la campaña que realiza contra el imperialismo occidental cuando la Segunda Guerra Mundial está en sus inicios (1939-1940), las coincidencias que en su pensamiento pueden encontrarse con las tesis marxistas-leninistas.
Comunicar es compartir
¡¡¡Comparte!!!

Ya tú sabes