Bancos Mexicanos



Bancos Mexicanos

Al cierre del primer semestre del año los bancos que operan en México cerraron 438 sucursales, en un efecto claro de la pandemia de Covid-19 y su estrategia por privilegiar las operaciones digitales.

Buen pretexto les ofreció la pandemia, se ahorran personal, equipo, gastos administrativos; y claro la gente que necesita ir a los bancos para cualquier operación se aglomera afuera de las sucursales que quedan. A la intemperie. Agua y sol.

A ningún banquero o (pseudo banquero) les interesan las personas, les interesan las ganancias; afuera pueden contagiarse de Covid, y adentro un mínimo de seguridad lo paga con incomodidad el cliente.

Las instituciones financieras, representadas por Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), redoblan esfuerzos por ofrecer más productos digitales y facilitar la obtención de tarjetas, luego de que los mexicanos han disparado las compras en línea. Mientras la recuperación económica no termina por consolidarse, con un millón 226 mil tarjetas de crédito menos respecto al primer semestre del año pasado, los bancos que operan en el país cerrarán el año con mejoras en el crédito al consumo, con clientes que poco a poco vuelven a recurrir al financiamiento.

Por eso insisten en la digitalización de la banca y el manejo de tarjetas, que por sí mismo no es malo, pero si no aumentan los cajeros automáticos multiusos, seguiremos haciendo cola en las sucursales, al aire libre.

Las cosas no pintan bien en el Banco del Bienestar, que dirige Diana Álvarez Maury, por lo menos en lo que se refiere al acondicionamiento de las sucursales, que son básicas para la dispersión de los recursos de programas sociales de la 4t.

Recientemente se licitó la compra de bienes informáticos para éstas, resultando ganadora Reinbon Distribución, S.A. de C.., propiedad de José Gerardo Curiel Reinking. La empresa de origen desconocido y sin mayor trayectoria en el ramo de la tecnología, ofreció equipos de cómputo que no garantizan contar con el soporte técnico en el país, y cuyo precio unitario fue de más de 15 mil pesos, habiendo por lo menos tres propuestas más económicas, de marcas reconocidas y con soporte y asistencia en todo México.

El monto máximo del contrato ronda los 171 millones de pesos. Preocupa que los funcionarios encargados de construir y equipar las sucursales, realicen este tipo de compras sin tomar en cuenta estos detalles que afectarán la operación y el objetivo de uno de los proyectos más importantes para la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por lo visto no aprendieron de la mala experiencia vivida con la compra fallida de los ocho mil cajeros automáticos, adjudicados de manera directa a la empresa VivColmex, relacionada con el empresario Carlos Cabal Peniche, que no tenía experiencia ni antecedentes en la venta de ese tipo de equipos, lo que generó que se cancelara el contrato.

Decía el Senador Ricardo Monreal que metería en cintura a los Bancos; deberían de preocuparse por los clientes más humildes que no significan gran ganancia a la Banca regular y que no les tienen ningún interés. Si con el Banco Bienestar piensan resolver ese renglón; pues que metan en cintura a los aterrizadores del proyecto, que ya viene chueco antes de nacer. Información del Universal y El Heraldo

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