La Pasión de Cristo Pasión de Cristo o de Jesús es la denominación convencional utilizada para englobar los episodios evangélicos que narran los sucesos protagonizados por Jesucristo entre la última cena y su crucifixión y muerte (el ciclo narrativo puede detenerse ahí —comprendiendo aproximadamente una noche y el día siguiente— o continuarse con su entierro y resurrección, al tercer día —el cómputo cronológico ha sido históricamente objeto de debate—). También es el tema más utilizado en el arte cristiano. La palabra castellana "pasión" proviene de la latina passĭo, -ōnis, siendo esta un calco de la griega πάθος (pathos).1 Hace referencia a los sufrimientos de Cristo, entre los que se incluyen: la traición de uno de sus discípulos (Judas Iscariote) y la negación de otro (San Pedro), la oración del huerto (aceptación trágica de su destino mientras los apóstoles, dormidos, le dejaban solo en el Huerto de los Olivos —Getsemaní—), su prendimiento (tras ser señalado con el "beso de Judas" y renunciar a que sus discípulos le defendieran), su periplo judicial entre Anás, Caifás, Pilatos y Herodes (el juicio de Cristo, con sus interrogatorios y enigmáticas respuestas), en el transcurso del cual se producen diversos episodios de burlas y torturas a cargo de los soldados (Cristo en la columna, coronación de espinas, los llamados improperios), la presentación a la multitud (Ecce Homo), la alternativa presentada a elección popular (salvar a Cristo o a Barrabás), su condena a muerte con el "lavado de manos" de Pilatos, el Via Crucis (el camino, cargado con la cruz, atravesando Jerusalén —por la actualmente llamada Via Dolorosa— hasta el monte Calvario —Gólgota—, con varias caídas —debe ser ayudado por Simón de Cirene— y encuentros —con Verónica, que le seca el rostro, con su madre, con las mujeres de Jerusalén—), el expolio (ser despojado de sus ropas), y la crucifixión entre dos ladrones (Dimas y Gestas). La fuente principal de estos episodios son los evangelios canónicos (Evangelio de Mateo, Evangelio de Marcos, Evangelio de Lucas y Evangelio de Juan). La Pasión es un punto central del cristianismo, al interpretarse hermenéuticamente como el cumplimiento en Cristo de las profecías del Antiguo Testamento vinculadas al Mesías, y el establecimiento de una segunda alianza entre Dios Padre y los hombres mediante el sacrificio de Dios Hijo (la segunda persona de la Santísima Trinidad) que de ese modo redime o salva a la humanidad del pecado. Es la Muerte y Pasión de Cristo un punto de flexión en la historia de la humanidad, principalmente en el hemisferio occidental, aunque si hubo mucha influncia en el oriental, principalmente al sur de China y Japón (de Filipinas a Australia). Con un principio de laicidad, intelectuales y científicos no aceptan el denominador de era Cristiana a los últimos 20 siglos y fracción que hay entre la probable (por inexacta) fecha de la Muerte de Jesús de Nazareth; inexacta por los ajustes de calendarios en el transcurso del tiempo y la datación de los romanos de aquella época que tenían archivos y testimonios de todos los eventos importantes y tan importantes fueron que un poco mas de trecientos años se convirtió en el Sacro Imperio Romano de filiación Cristiana. Pero se ha impuesto denominar a esta era: Cristiana. ¿Por que? Sin duda porque las enseñanzas de Jesús revolucionaron al mundo, proclamo el amor al prójimo, elevó a la mujer a niveles de igualdad que para Romanos y Judíos eran impropios de la época; introdujo a los sistemas de justicia la Piedad y la Misericordia; y desechó el ojo por rojo … Había cumplido con todas las profesías del pueblo judío, no obstante los judiíos ortodoxos no lo aceptaron como el mesías y finalmente le dieron cabida como otro profeta en la religion judía. Como Usted lo conciba recuerde que es un Dios de amor y de paz. Comunicar es compartir ¡¡¡Comparte!!! Ya tú sabes