FRANZ KAFKA Franz Kafka nació el 3 de julio de 1883 en Praga, entonces parte del Imperio austrohúngaro, en el seno de una familia judía de la pequeña burguesía. El 3 de junio de 1924 Kafka murió en Kiering, Austria. Asociado al expresionismo y existencialismo, sus creaciones literarias lograron abarcar temas tan complejos como la condición del hombre contemporáneo, la angustia, la culpa, la burocracia, la frustración o la soledad, entre otros. Asimismo, sus obras mezclan lo onírico (de ensueño, imaginario), lo irracional y la ironía. De su legado destacan novelas como El proceso (1925), El Castillo (1926) o La metamorfosis (1915), y una gran cantidad de relatos, epístolas y escritos personales. Kafka fue un escritor poco reconocido en vida pero, no cabe duda, que fue una gran influencia para autores posteriores y también uno de los propulsores de la renovación de la novela europea del siglo XX. Desde muy joven, Kafka deseaba dedicarse a la escritura, sin embargo, tuvo que lidiar con el difícil temperamento de su padre, con el cual mantuvo una tensa relación durante su vida. Se matriculó en la Universidad Carolina (Praga) para estudiar la carrera de Química, la cual no terminó pues, influenciado por su padre, prefirió cursar los estudios de Derecho. Poco después, comenzó a tomar clases de arte y literatura de forma paralela. Entorno al año 1907, Franz Kafka empezó a escribir sus primeros relatos al tiempo que trabajaba como asesor en una empresa de seguros, labor que le permitía compaginar con su verdadera vocación, la escritura. Poco después, entabló una amistad con Max Brod, el que fuera el gran difusor de su obra. En el año 1912 conoció a Felice Bauer, mujer con la que mantuvo una relación amorosa, la cual finalmente fracasó. En 1914 Kafka abandonó su hogar familiar y se independizó. En esta etapa de su vida surgen obras como El proceso y La metamorfosis. La literatura de Kafka es compleja, casi equiparable a un laberinto. Estos son algunos rasgos más relevantes del denominado universo kafkiano: Temática de lo absurdo: se ha utilizado el término kafkiano para calificar a todo aquello que, pese a su aparente normalidad, es definitivamente absurdo. Y es que, las historias que se narran en sus obras pueden parecer corrientes pero, después, se convierten en situaciones surrealistas. Personajes extraños: son, a menudo, individuos con características singulares. Suelen ser personajes apáticos, alineados que presentan frustración. Lenguaje elaborado y preciso, generalmente escritos desde la mirada de un narrador omnisciente (que lo ve todo). Estructura lineal de tiempo, sin anacronías. Kafkiano, Que tiene el carácter trágicamente absurdo de las situaciones descritas por este escritor en sus obras. Diccionario Oxford. Más tarde, el autor fue diagnosticado de tuberculosis, enfermedad que lo condujo al aislamiento en diferentes sanatorios. Con la llegada de los años 20 del siglo XX, Kafka se estableció en una casa de campo junto a su hermana. Allí creó obras como Un artista Del Hambre y la novela El castillo. En el año 1923, el escritor conoció a la actriz polaca Dora Diamant, con la que mantuvo una breve e intensa relación durante su último año de vida. La obra de Kafka no hubiese tenido reconocimiento de no ser por Max Brod, quien decidió desobedecer las últimas voluntades del escritor, quien pidió que sus escritos fuesen destruidos. Gracias a este hecho una de las obras literarias más influyentes del siglo XX pudo ver la luz. Sin duda, Franz Kafka supo retratar en sus libros la particularidad de la realidad del momento y la condición del hombre contemporáneo ante la misma. Una visión metafórica de la humanidad en su realidad. La profundidad de los sentimientos como la angustia y la desesperación. Es un explorador del existencialismo filosófico y cofundador del movimiento del absurdo, en el teatro destacan Stanivlasky, Grotowsky y Ionesco; y del expresionismo. Cuando Salvador Novo definió a México como un País “mágico y surrealista”, sin duda tenía una concepción de Kafka en mente. Y nos preguntamos ¿somos una sociedad con un gobierno, Kafkquianos? Comunicar es compartir ¡¡¡Comparte!!! Ya tú sabes